Hola mis amigos y amigas, ¿Cómo les va?
Quiero dar las gracias por sus comentarios en el post que publique la semana, la verdad me llena de muchísima alegría y motivación.
Dicha motivación me hace traerles un post nuevo esta semana, pero, esta vez les traigo una sugerencia hecha por un amigo.
La historia que les comparto es esta oportunidad no es una persona salvadoreña, como las mostradas anteriormente, pero, al buscar información me gustó mucho, y dije: “si tiene que ser publicada su historia.
Terry Fox (1958 – 1981)
Terry un deportista, quien siendo apenas un joven de 18 años, pierde por medio una amputación su miembro inferior derecho, esto a causa de un tipo de cáncer en los huesos llamado Esteosacarmo.
Pero la amputación de su pierna derecha, no fue el fin de la historia de Terry, sino, el inicio de nuevas y grandes cosas. Con la ayuda de prótesis en su pierna siguió practicando atletismo, y con la utilización de una silla de ruedas practicaba basquetbol, deporte que practicaba desde antes de la amputación. También se convirtió en un activista en la contra el cáncer, decidió fusionar deporte con su causa y le esperarían grandes cosas.
“Si todos los canadienses diéramos un dólar, tendríamos 22 millones para la investigación del cáncer, no hay ninguna razón por la que esto no sea posible. ¡No hay razón!”
Y asi lo hizo, el 12 de abril de 1980 Terry comenzó a correr del Atlántico al Pacífico con una sola pierna, dos botellas de agua, y una camioneta de apoyo, y comenzando así una maratón la cual bautizo con el nombre de Maratón de la Esperanza.
Su idea era recorrer de extremo a extremo el país canadiense, recolectando un dólar por cada habitante, dinero que sería utilizado para investigación del cáncer Esteoscarmo
A medida que pasaban los kilómetros, su historia y su causa se fu difundiendo, y cada vez más personas lo acompañaron. Su hermano, Darrell estaba con él en una camioneta.
Luego de 143 días y 5,373 Kilómetros recorridos, tuvo que parar la maratón, debido a un fuerte dolor en el pecho, el cual le impedía respirar con normalidad. ¿La razón? El cáncer había regresado, y alcanzado sus pulmones.
Antes de parar la Maratón de la Esperanza, y ser trasladado al hospital, Terry llevaba ya recaudados 24 mil dólares.
El 28 de junio de 1981, luego de 9 meses de lucha contra el cáncer, Terry fallece físicamente, pero su espíritu y su causa se quedan en quienes a día de hoy siguen realizando maratones con el mismo fin, ayudar en la investigación del cáncer y ayudar a personas que lo padecen. En dichas maratones no hay perdedores, ni un solo ganador, todos los que se unen ya son ganadores.
Terry corrió a su manera y triunfo, tú también lo puedes hacer.
“No creo que esto sea injusto. Es simplemente cáncer. No soy el único, esto le pasa constantemente a la gente. No soy nada especial. Mi enfermedad tan sólo intensifica lo que hago. Le da más sentido. Va a inspirar a más personas. Me gustaría que la gente se diese cuenta de que cualquier cosa es posible si se intenta, los sueños son posibles si lo intentas”.-Terry Fox
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