En mis 27 años de vida, puedo afirmar que mi mamá es la mujer más fuerte, valiente, paciente y amorosa que he conocido, además de ver por los diferentes obstáculos que ha tenido que pasar junto a mi papá para darnos lo mejor, y formar nuestros ideales
Con el transcurso de los años ella nunca ha caído ante el cansancio y las dificultades. Y eso me ha enseñado lecciones que hacen que yo quiera ser como ella, y en esta oportunidad se las quiero compartir a ustedes:
- La vida nunca será fácil, si debes poner el doble de esfuerzo para lograr algo, hazlo.
- Sin duda valdrá la pena hacer sacrificios en el presente, porque el futuro cosecharás grandes cosas.
- Que tu enfoque sea en ti, y en los que de verdad amas.
- Siempre ser cortes, respetar, ayudar a quien lo necesita y perdonar.
- Levantarse con buenos ánimos y sonreír puede cambiar mi día y el de otros.
- A seguir adelante por mis sueños sin importar las barreras.
- A tomar las cosas con calma y seriedad.
- Aprendí que la belleza más importante de todas es la del alma
- Yo valgo por lo que soy no por lo que tengo
- Y lo más importante: que el amor incondicional, existe es el de mamá.
Estas son solo algunas de las muchas lecciones que aprendo día con día de mi mamá, la mejor consejera. Gracias a ella me he convertido en lo que ahora soy, a valorarme, a ser fuerte ante las adversidades.
A mi mamá solo me queda darle las gracias por estar siempre conmigo, porque su amor no tiene precio. ¡Te amo mamá!